domingo, 21 de septiembre de 2014

¿Eres consciente de que eres enfermer@?

Buen día a tod@s! Hoy está el día nublado, hace calor, pero el sol ha decidido esconderse...quizá por ello es que hoy me apetece hacer una pequeña reflexión...

Decidimos estudiar esta carrera algunos por vocación, otros por seguir la tradición en la familia ,aunque no hubiera una clara orientación hacia ella, otros por "colocarse en un buen puesto de trabajo"...  En cualquier caso, me gusta pensar que todo aquel que ejerce la Enfermería lo hace con vocación , y si  no , por lo menos con interés y dedicación. Mi caso es el primero, no sé si se llama vocación o que gustó simplemente , el caso es que tengo muy claro peque que yo quería dedicarme a esto, que quería ayudar a la gente,poder ponerme en su piel en la enfermedad y ayudarles de la misma manera que me gustaría que me tratasen a mi (he de decir que soy bastante hipocondríaca y que tengo el síndrome de la bata blanca ante mi propia enfermedad, que gracias a Dios no ha sido en muchas ocasiones y siempre de manera leve), pero creo que este rasgo de mi personalidad, aunque pueda parecer lo contrario me ayuda en mi trabajo. Me acerca al miedo, ansiedad, angustia, desazón, que pueda sentir un paciente ante una situación negativa como es la enfermedad, me hace orientarme en la dirección de sus pensamientos y tranquilizar de la manera que a mi podría serme efectivo , pero siempre teniendo en cuenta que esa persona no soy yo, y que por tanto no a todo el mundo le tendré que decir la misma palabra , ni tocar el hombro en señal de apoyo...

Haber estudiado esta carrera es uno de los méritos de  los que más orgullosa me siento en la vida, por no decir el que más. No hay día que me levante , que no me sienta tremendamente orgullosa de la profesión que tengo. Creo que esto es más importante de lo que parece , aunque al decirlo pueda sonar un poco "friki". 

Hacer enfermería sin ilusión, interés, dedicación, no siendo consciente de que tus palabras como profesional son muy importantes para las personas que atiendes... es como hacer una paella sin arroz. Puedes ser un diez realizando técnicas y procedimientos , pero es posible que seas un 0 en la atención que prestas a esa persona a la que estas introduciendo un cateter. 

Os quiero contar muy breve algo que me ha pasado recientemente con un familiar muy cercano ingresado en una planta de hospitalización:  Entra la enfermera del turno de la tarde por la puerta, ni hola , ni buenas tardes, cambia la bolsa de suero y desaparece tras sus pasos. Enfermera del turno de noche, entra por la puerta, ni hola, ni buenas  noches, deja la medicación sobre la mesita y desaparece de la habitación. Enfermera de la mañana, entra por la puerta, saluda, me da la medicación oral de mi familiar en la mano (ya que soy yo la que tendrá que adminsitrarselo) y me comenta que en una hora pasarán las compañeras para realizar el aseo diario. 

Soy enfermera, pero ante todo persona, y sé que no todos los días podemos tener una sonrisa en la boca, de hecho, hay situaciones en la que no es conveniente tenerla; pero debemos ser conscientes de que tu paciente o sus familiares no son la causa de tu mal y que tu mala cara, malas manera o mal gesto puede perdurar en la memoria de esa familia tildándote de algo que seguramente no eres, si no que circunstancialmente has sido. 

En mi día a día tengo días buenos, y días en los que por cualquier tema personal, mi ánimo no es el que tendría que ser. Pero uno de las razones por las que estudié esta carrera era para ayudar a la gente y soy consciente de que con una cara larga, una mala contestación o un simple tono de voz puedo hacer más que con una pinchazo o una pastillas, así que levanto la barbilla, aparto esa pelea con mi pareja , ese malestar por los pagos del mes o simplemente ese día tonto el el que todo te parece mal, y me ubico , me centro en la persona que tengo delante y me hago consciente de que soy ENFERMERA




3 comentarios:

  1. ¡Un OLÉ por esta entrada Lia! ¡Me ha encantado! :D
    Yo en un principio, a mis quince años pensaba que quería estudiar Medicina. Y digo "pensaba" porque en mi familia todo el mundo me lo decía: "Si te da la nota, haz Medicina; estudia mucho", aunque ahora me doy cuenta de que yo misma no veía eso muy claro. De pronto, una buena mañana en bachiller tuve una revelación. Me dije a mí misma: "¡Qué Medicina ni qué ocho cuartos! ¡Yo quiero ser enfermera!".
    Y aquí estoy, muy feliz de ser lo que soy. Me gusta que mis pacientes en sus momentos de estabilidad me digan que se alegran de verme entrar por la puerta de su habitación; y me gusta ver que se alegran el doble los días que hago guardia "porque así sabemos que vamos a estar a gusto también por la tarde". No hay mayor premio que ver cómo depositan su confianza en mí cuando voy a hablar con ellos sobre el motivo de ingreso y me dicen que los tranquilizo mucho.

    Da mucho gusto leerte ^^
    ¡Saludos!

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    1. Muchísimas gracias Nurse Lecter! Por lo que voy leyendo sobre ti, lo que escribes en tu blog (que por cierto me parece excelente, te lo vuelvo a decir por aquí :)), creo que eres una de esas enfermeras dedicadas a su profesión y que hace su trabajo con gusto, y no a disgusto. Quizá es nuestra juventud lo que nos hace ver las cosas así... pero quiero pensar que dentro de 20 años tendremos este mismo pensamiento, ya que por la red también me he tropezado con DUEs con más experiencia que nosotras y con una ilusión y un esfuerzo por hacer visible la enfermería día a día constante.

      Un abrazo y nos leemos, como siempre:)

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    2. No te quepa duda de que estoy encantada de ser enfermera, aunque no te voy a mentir, tengo predilección por unos servicios más que por otros. Pero supongo que eso pasa en cualquier profesión: aunque te guste todo, siempre te atraen más unas cosas que otras, jajajaja.
      En todo caso no importa, tanto si estoy en un servicio que me gusta como si no, trabajo gustosa porque en cualquiera de ellos ¡¡¡SOY ENFERMERA!!!
      Tienes razón en que hay muchos enfermeros veteranos que tienen la misma ilusión que el primer día y siguen siendo curiosos. Es una cosa que me gusta mucho, ver que todo eso no se pierde con la edad. Creo que son ésos que cruzan el umbral de la habitación y automáticamente tranquilizan al paciente con su sola presencia.
      Por mi parte yo espero seguir siendo tan inquieta en ese sentido aunque pase el tiempo.

      ¡¡Otro abrazo aún más grande!! ^^

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